Desde las 8h locales (7h GMT), más de seis millones de electores de ese Estado, uno de los más poblados de Alemania, comenzaron a votar. Los conservadores de la CDU, el partido de Merkel, favoritos en los sondeos, esperan mantener el poder junto a los liberales del FDP, coligados con ellos a nivel federal, un partido en crisis que lucha por mantener su representación en el Parlamento regional.
El escrutinio terminará a las 18h locales y los primeros resultados se darán a conocer por la noche. Sin embargo los sondeos también muestran un fortalecimiento de la alianza entre los socialdemócratas del SPD y los Verdes, en particular en las últimas dos semanas de campaña. Baja Sajonia es la única gran prueba electoral antes de septiembre, cuando se celebrarán primero las elecciones regionales en Baviera (sur del país) y luego las legislativas.
La movilización de los electores, sin embargo, no parecía muy elevada. Hacia las 9h GMT, la tasa de participación era de apenas un 5,37%, ligeramente inferior a la tasa registrada en 2008 hacia la misma hora (5,67%) en unas elecciones que marcaron la más baja tasa de participación de la historia moderna de Alemania (57,1%).
En el caso de que el conservador David McAllister, de 42 años, ministro-presidente de la región, logre ganar las elecciones junto a sus aliados, sería un gran paso para la victoria conservadora en las legislativas de septiembre, aseguraba el sábado el diario Rheinische Post. "Su único problema será evitar que su partido se duerma ante la seguridad del triunfo", añadió el periódico.
Pero si el bloque socialdemócrata-verde vence las elecciones en Baja Sajonia, "Merkel ya no parecerá invencible" y su principal adversario, Peer Steinbruck, que será el candidato del SPD para las legislativas, "se convertirá de repente en una alternativa posible al puesto de canciller", según el diario.
Después de un catastrófico inicio de campaña, marcado por una serie de polémicas, Steinbruck está por el momento bastante distanciado de Merkel en los sondeos. Sólo una victoria en este estado federal, tierra de Gerhard Schroder, el último canciller socialdemócrata, podría ponerlo nuevamente en la carrera.
La prensa alemana llegó a especular sobre una posible retirada de su candidatura si el partido no consigue un resultado sólido en Baja Sajonia. Los líderes del partido han rechazado esa idea, pero el descontento de los militantes y de los electores del SPD podría ir en aumento. La otra clave del escrutinio será el resultado del FDP. McAllister necesita que ese partido supere la barrera del 5% para poder mantener a sus representantes en el gobierno regional.
Si el FDP no consigue ese nivel mínimo, el partido aliado a Merkel a nivel nacional, que ya está afectado por varios fracasos en las elecciones regionales, caerá en una grave crisis. En ese caso el vicecanciller y ministro federal de Economía, Philipp Rosler del FDP (originario de Baja Sajonia), podría verse obligado a abandonar la presidencia de ese partido.
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